La secretaria de Salud del Tolima, Katherine Rengifo, alertó sobre el grave impacto del paro arrocero en la prestación de servicios médicos en el departamento. Los bloqueos en vías principales han impedido que pacientes de los 46 municipios accedan a atención especializada en Ibagué, donde se concentran los hospitales de tercer nivel.
"Se han cancelado citas, procedimientos y hasta cirugías. Personas en estado crítico no reciben tratamiento oportuno", denunció Rengifo, destacando casos de enfermos crónicos y emergencias obstétricas que no logran llegar a la capital.
El personal médico y conductores de ambulancias reportan demoras y amenazas al intentar cruzar puntos de protesta, especialmente en zonas rurales como Purificación, Saldaña y Espinal. En estas regiones, los centros de salud carecen de recursos y dependen de traslados urgentes a Ibagué.
La Gobernación, junto a las secretarías de Seguridad y Tránsito, ha establecido corredores humanitarios para vehículos médicos. "Exigimos respeto al distintivo de misión médica. Obstaculizarlos es poner vidas en riesgo", insistió Rengifo.
Las autoridades advierten que impedir el paso de ambulancias podría derivar en acciones legales.
La gobernadora Adriana Matiz lidera negociaciones con los manifestantes, buscando equilibrar las demandas del sector arrocero con el derecho a la salud.
Datos clave:
La situación sigue en evaluación mientras persistan los bloqueos, con un posible escalamiento de medidas legales si no se garantiza el libre tránsito médico.