Un escalofriante caso de abuso sacudió a Santa Rosa de Cabal y Chinchiná, revelando la crueldad de un padrastro que no solo habría abusado sexualmente de su hijastra de 13 años, sino que también planeaba acabar con su vida.

La valentía de la menor al escapar por una ventana fue crucial, pero fue la compasión y rápida intervención del señor Diego Osorio, un vecino del sector, lo que finalmente la puso a salvo.

Un horrendo caso de abuso sacudió a las comunidades de Risaralda y Caldas luego de que una valiente menor de 13 años lograra escapar de su presunto abusador, quien sería su propio padrastro, lanzándose por una ventana. El individuo fue aprehendido horas después gracias a la colaboración ciudadana y la eficaz coordinación policial.

Según las primeras investigaciones, el repudiable hecho tuvo lugar en la vereda San Andrés, jurisdicción de Chinchiná. La adolescente habría sido trasladada en vehículo por el agresor desde la vereda La Flora, en Santa Rosa de Cabal, hasta este paraje donde se perpetró el ataque.

El líder social de Santa Rosa de Cabal, Orbilio Maya, expresó su profunda indignación y relató una versión estremecedora de lo ocurrido. Según sus declaraciones, la menor logró huir de las garras de su agresor justo antes de que este, presuntamente, intentara asesinarla.

"En un paraje entre Santa Rosa y Chinchiná violó a una niña y ya la iba a asesinar, a la niña la tenía amarrada del cuello con un lazo, la iba a ahorcar; al lado encontraron una pulidora, parece que la iba a descuartizar y la iba a enterrar. La niña, gracias a Dios, cuando el tipo la tenía amarrada, en un descuido, se tiró por una ventana y logró escaparse", detalló Maya.

El alcalde de Santa Rosa de Cabal, Paulo César Gómez, destacó la articulación entre la Policía de Chinchiná y la Policía de Santa Rosa de Cabal, que permitió dar con el paradero del presunto agresor en tiempo récord. Su captura se produjo en la vereda La Gorgonia tras una búsqueda exhaustiva que incluyó el uso de drones en la zona rural que conecta ambos municipios.

"La menor fue atendida en el hospital San Marcos del municipio vecino, inmediatamente se iniciaron las búsquedas correspondientes entre los ciudadanos, la Policía de Risaralda y la Policía de Caldas; en horas de la noche la comunidad reporta la presencia del sujeto en la vereda La Gorgonia, hace presencia el cuadrante Guacas, capturan al sujeto que ya había sido golpeado por la comunidad evitando un linchamiento", explicó el mandatario local.

Un vecino del sector, identificado como Diego Osorio, jugó un papel crucial en el rescate de la menor, brindándole auxilio tras su angustioso escape. Su testimonio reveló la brutalidad del ataque y la desesperación de la víctima. Según narró Osorio, escuchó los gritos de la joven y al acercarse, la encontró amordazada y con evidentes signos de forcejeo.

La rápida intervención del vecino permitió que la menor pudiera liberarse y relatar el horror que había vivido: fue violada y su agresor tenía la intención de matarla, incluso cavando una fosa cerca de la vivienda donde la mantenía retenida. La menor logró escapar por una ventana que, inexplicablemente, no tenía seguro.

Tras la huida de la menor, el presunto agresor intentó atropellarla junto a la hija de Osorio con su camioneta, emprendiendo la fuga. Sin embargo, la comunidad reaccionó de inmediato, persiguiéndolo hasta lograr su captura en la vereda La Gorgonia, donde fue entregado a las autoridades y ahora un proceso judicial por este atroz crimen que ha conmocionado a la región.