La Gobernación del Valle ofrece una recompensa millonaria por información sobre su paradero.
Nuevas y escalofriantes imágenes han salido a la luz, mostrando la angustiante secuencia del secuestro del niño Lyan José Hortúa Bonilla, de tan solo once años, ocurrido en zona rural de Jamundí, Valle del Cauca. Los videos, que evidencian la rapidez y violencia del hecho, dejan ver los momentos de extremo temor y pánico que vivieron los miembros de la familia Hortúa Bonilla.
En uno de los clips de seguridad se observa cómo, en plena labor doméstica, cinco individuos encapuchados, vestidos completamente de negro y portando armas largas, irrumpieron de manera violenta en la residencia ubicada en el corregimiento de Potrerito. La sorpresa y el miedo se apoderaron de los presentes, quienes intentaron huir para resguardarse. Tres de los secuestradores ascendieron rápidamente al segundo piso de la vivienda, mientras que los dos restantes persiguieron a las mujeres que se encontraban en la cocina.
Otra cámara captó el instante en que los delincuentes suben al segundo nivel, apuntando sus armas en todas direcciones. Sin embargo, descienden a los pocos segundos, presumiblemente al no encontrar a su objetivo inicial.
La cámara principal registró el momento más impactante: el pequeño Lyan José Hortúa Bonilla subiendo unas escaleras con sus manos en alto. En el audio se escucha claramente la orden de los captores: “llévense al pelado”. Acto seguido, uno de los encapuchados amenaza con un arma de fuego a una de las empleadas del hogar, exigiéndole que realizara una llamada telefónica.
La mujer, visiblemente alterada, solo atinaba a responder: “estábamos haciendo la comida, no me haga daño, tengo hijos”.
La crudeza de los videos ha puesto de manifiesto la magnitud y la rapidez con la que se desarrolló el secuestro, que no duró más de diez minutos.
Este lamentable suceso ha generado indignación y preocupación especialmente por tratarse de un niño de tan corta edad, hijo de un reconocido comerciante de joyas y una popular influencer de la región.
Ante la gravedad de la situación, la Gobernación del Valle del Cauca ha ofrecido una recompensa de hasta $200 millones de pesos a quien proporcione información veraz y oportuna que permita dar con el paradero del menor y la captura de los responsables de este repudiable acto.
Las autoridades competentes ya se encuentran investigando los hechos para esclarecer lo sucedido y lograr el rescate sano y salvo del niño Lyan José.