La administración de Cajamarca ha entrado en estado de alerta ante la fuerte temporada de lluvias que azota la región. En la reciente sesión del Consejo Municipal de Gestión de Riesgo, se evidenció la severidad de las emergencias y la fragilidad del territorio frente a las condiciones climáticas adversas.
El informe de la Secretaría de Planeación e Infraestructura reveló que aproximadamente 25 veredas del municipio han sido golpeadas por la ola invernal. Durante la reunión del consejo, se detallaron problemas como agrietamientos de muros y movimientos de tierra en zonas rurales y sus alrededores.
Una representante presente en la reunión comunicó que el equipo técnico de gestión de riesgo está realizando un detallado registro de las afectaciones en cada vereda. Como primera medida, cinco familias que sufrieron deslizamientos han sido reubicadas.
Con profunda tristeza, se informó sobre la pérdida total de las pertenencias de dos familias debido al derrumbe de sus hogares.
Un punto crítico abordado en el consejo fue el impacto directo en la captación de agua del acueducto municipal, la principal fuente de agua potable. Esta situación ha generado cortes intermitentes en el suministro para la población del municipio.
La Alcaldía Municipal, liderada por el alcalde Camilo Ernesto Valencia, comunicó la implementación de acciones necesarias para hacer frente a la crisis. En este contexto, se anunció la próxima emisión de un decreto para declarar la calamidad pública en Cajamarca, una determinación que ya cuenta con el aval del Consejo Municipal.
Esta declaratoria facilitará una administración más eficaz de los recursos y una coordinación más rápida de las intervenciones para ayudar a los afectados, restablecer los servicios fundamentales y disminuir los peligros futuros en el municipio.