
El panorama político colombiano para las elecciones de 2026 está a punto de definirse con el inminente anuncio de Germán Vargas Lleras. El exvicepresidente y líder natural de Cambio Radical ha sido confirmado por su partido como una figura central en la próxima contienda, aunque su rol específico candidato presidencial o cabeza de lista al Senado se conocerá en los próximos días.
Esta expectativa ha encendido el debate sobre el impacto que tendría su retorno en el tablero electoral.
Sectores de la oposición han acogido la noticia con entusiasmo. El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, afirmó que sería "la mejor candidatura" disponible para su colectividad. De manera similar, Ciro Ramírez, del Centro Democrático, le dio la bienvenida, destacando su experiencia y potencial para articular un proyecto de ideas que derrote al actual gobierno, el cual calificó de "nefasto y terrorífico".
El analista Yann Basset coincide en que Vargas Lleras tiene un perfil idóneo para capitalizar la crítica al oficialismo. Su trayectoria y su discurso enérgico contra la administración actual le permiten presentarse como el factor de experiencia y estabilidad, en contraste con la percepción de improvisación que muchos atribuyen al Gobierno Petro. Según Basset, esta figura podría unificar fácilmente a votantes del centro y la derecha.
Sin embargo, el académico también señala dos grandes obstáculos. Primero, la imagen personal negativa que arrastra el exvicepresidente es un factor que compromete su viabilidad en una campaña presidencial. Segundo, su estado de salud, tras una reciente intervención médica, sigue siendo un interrogante constante.
De hecho, la candidatura de Vargas Lleras representa un dilema de supervivencia para su propio partido. El senador Ariel Ávila (Partido Verde) advirtió que Cambio Radical enfrenta un alto riesgo electoral, pues se estima que al menos el 60% de sus senadores actuales no aspirarían nuevamente. Por ello, la mayoría de congresistas ha rogado al exvicepresidente que sea el candidato presidencial o la cabeza de lista al Senado para "jalar" la votación y evitar una debacle.
Para Ávila, la permanencia del partido en la élite política depende ahora de la salud de Vargas Lleras y de su viabilidad en las encuestas, ya que el respaldo de la casa política Char no sería suficiente para mantenerlo a flote.