Una noche de angustia y luto vivió la comunidad del barrio San Isidro este domingo, luego de que la implacable ola invernal que golpea a la capital tolimense cobrara una vida humana. La saturación de los suelos, producto de las precipitaciones continuas, provocó el desprendimiento de una ladera que cayó con fuerza sobre una vivienda del sector.

El siniestro ocurrió en horas de la noche, cuando el material vegetal y la tierra cedieron, impactando violentamente contra el segundo piso de la estructura familiar. Pese a la reacción de los vecinos y la llegada de los organismos de socorro, el derrumbe dejó un saldo trágico de una persona fallecida, sumiendo a sus allegados y vecinos en la consternación.

Unidades de rescate acudieron al sitio para asegurar la zona y realizar la remoción de escombros, en medio del temor de que la inestabilidad del terreno provocara nuevos movimientos de masa.

Frente a la emergencia, Harold Wilches, secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo de Ibagué, confirmó que se ha desplegado un equipo técnico para analizar la situación del suelo y determinar si es necesario evacuar viviendas aledañas.

"Estamos evaluando la estabilidad del sector y tomando medidas para prevenir más emergencias. Las lluvias continúan y debemos extremar precauciones", declaró el funcionario, haciendo énfasis en que la prioridad es proteger la vida de los residentes ante la persistencia del mal tiempo.

Las autoridades locales han emitido un llamado urgente a los habitantes de San Isidro y otros barrios ubicados en zonas de pendiente. Se solicita a la ciudadanía reportar de inmediato cualquier agrietamiento, inclinación de árboles o ruidos extraños en la montaña a las líneas de emergencia, ya que los operativos de vigilancia se mantendrán activos mientras persistan las lluvias en la ciudad.